Sonrisa contagiosa 30X40 (Óleo)
En esta obra, se explora la esencia pura de la alegría humana, evocando aquellos momentos de risa genuina que todos recordamos de nuestra infancia. La composición captura magistralmente la conexión con nuestro niño interior, ese ser despreocupado y auténtico que habita en cada uno de nosotros. A través de una paleta cromática vibrante y optimista, la obra transmite una energía contagiosa que invita al espectador a sumergirse en un estado de júbilo sincero. El tratamiento lúdico del cabello, ejecutado con trazos dinámicos y espontáneos, refleja la libertad y la jovialidad inherentes a la niñez. Los ojos cerrados del personaje central simbolizan el abandono total a la felicidad, un estado de plenitud donde las preocupaciones se desvanecen. La sonrisa, elemento focal de la composición, no es una mera representación física, sino la manifestación visual de una alegría profunda y auténtica que resuena con la experiencia universal de la risa verdadera. Esta pieza nos invita a reconectar con nuestra capacidad innata de experimentar la alegría en su forma más pura y despreocupada, recordándonos la importancia de mantener vivo ese espíritu infantil que todos llevamos dentro.